martes, 22 de marzo de 2011

Proteger contra incendios los garajes


Los garajes en los edificios son una de las áreas de riesgo de incendio más sensible y cuyas precauciones hay que extremar.

Si nos atenemos a la normativa que afecta a los edificios de viviendas y sus garajes en España el Código Técnico de la Edificación ofrece el mapa legislativo básico. Comunidades Autónomas y Ayuntamientos en muchos casos concretan y endurecen las medidas de seguridad.

Pero analizando la norma general, en el CTE se establecen las condiciones que deben reunir los edificios y los sistemas y equipos que hay que instalar obligatoriamente para proteger a sus ocupantes frente a los riesgos de incendio, para prevenir daños en los edificios próximos a aquél en el que se declare un incendio y para facilitar la intervención de los bomberos. Es de aplicación obligatoria en los proyectos y las obras de nueva construcción, de reforma de edificios o cambio de uso de los mismos.

Hay que cumplir unas condiciones de compartimentación, evacuación y señalización para “garantizar el confinamiento y control de incendios y facilitar la evacuación”. Y otros requisitos de comportamiento al fuego de los elementos constructivos y materiales, para garantizar la estabilidad y resistencia térmica del edificio. También se determina la estabilidad ante el fuego exigible a la estructura portante del edificio, la resistencia exigible a los elementos constructivos, etc.

Además, los edificios estarán dotados con las instalaciones de detección, alarma y extinción de incendios correspondientes, bajo la responsabilidad de la comunidad de propietarios.

La sección SI 4 Detección, control y extinción de incendios del CTE, señala que los aparcamientos deben disponer de los equipos e instalaciones de protección contra incendios que se indican en el cuadro 5. El diseño, la ejecución, la puesta en funcionamiento y el mantenimiento de dichas instalaciones, así como sus materiales, componentes y equipos, deben cumplir lo establecido en el “Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios”, en sus disposiciones complementarias y en cualquier otra reglamentación específica que le sea de aplicación.

Equipos obligatorios en los garajes

Bocas de incendio
Si la superficie construida excede de 500 m2. Se excluyen los aparcamientos robotizados.
Columna seca Si existen más de tres plantas bajo rasante o más de cuatro sobre rasante, con tomas en todas sus plantas.
Sistema de detección de incendio En aparcamientos convencionales cuya superficie construida exceda de 500 m2. Los aparcamientos robotizados dispondrán de pulsadores de alarma en todo caso.
Hidrantes exteriores Uno si la superficie construida está comprendida entre 1.000 y 10.000 m2 y uno más cada 10.000 m2 más o fracción.
Instalación automática de extinción En todo aparcamiento robotizado.

Los equipos exigidos son: Extintores, en número suficiente para que el recorrido real en cada planta desde cualquier origen de evacuación hasta un extintor no supere los 15 metros. En los aparcamientos y en las zonas de trasteros.

Bocas de Incendio Equipadas: en garajes de más de 500 m2. Y en zonas de trasteros de riesgo alto. La BIE de 25 mm es un equipo ensamblado en una caja metálica con puerta que se cuelga en la pared, y está compuesto por una manguera enrollada, devanadera y lanza. Sus cualidades la hacen muy recomendable para la protección contra incendios en viviendas, por tratarse de un equipo manejable, seguro y fácil de usar, eficaz e inagotable en la extinción porque su fuente es el agua. La BIE de 25 mm está indicada para instalar en los lugares de más riesgo y/o tránsito en una vivienda en edificio en bloque o unifamiliar: portal, sala de máquinas, pasillos, rellanos, etc.

Detección y alarma: si la altura del edificio es mayor de 50 metros, en: pasillos, escaleras y espacios comunes de circulación; zona de trasteros y zonas de servicios como salas de reuniones, juegos, deportes, etc. En garaje, En aparcamientos convencionales cuya superficie construida exceda de 500 m2.

Alumbrado de Emergencia. Todos los edificios cuya ocupación sea mayor que 100 personas. Todas las escaleras y pasillos protegidos, vestíbulos previos y escaleras de incendios. Los aparcamientos, incluidos pasillos y escaleras de acceso al exterior.

Ascensor de emergencia. En los edificios cuya altura sea mayor de 35 metros.

Hidrantes, elementos de uso para los bomberos. Se deben instalar hidrantes en los edificios cuya superficie construida está comprendida entre 1.000 y 10.000 m2 y uno más cada 10.000 m2 más o fracción.
El hidrante es un equipo que suministra gran cantidad de agua en poco tiempo. Permite la conexión de mangueras y equipos de lucha contra incendios, así como el llenado de las cisternas de agua de los camiones de bomberos. Se conecta y forma parte integrante de la red de agua específica de protección contra incendios del establecimiento a proteger, o de las redes de agua de uso público en las ciudades.

Columna seca: Si existen más de tres plantas bajo rasante o más de cuatro sobre rasante, con tomas en todas sus plantas.
Los municipios pueden sustituir esta condición por la de una instalación de bocas de incendio equipadas cuando, por el emplazamiento de un edificio o por el nivel de dotación de los servicios públicos de extinción existentes, no quede garantizada la utilidad de la instalación de columna seca.

Cada equipo debe cumplir igualmente las normas de producto e instalación, la certificación pertinente: tanto la empresa (instaladora y mantenedora) como el producto (marcado CE). Además para que el equipo funcione con la misma eficacia para la que fue diseñado hay que realizar las operaciones de mantenimiento y revisión periódica que marca la normativa. Esta es la única manera que tiene el usuario para estar seguro de una protección contra incendios eficaz.

La seguridad no es una cuestión de “mínimos”, que es lo que recogen las normativas, sino más un tema de "autoprotección". Por ejemplo, en aparcamientos en lo relacionado a la sectorización de los aparcamientos y la extracción de humos, para una evacuación de las personas con el menor riesgo posible. En este sentido, existen investigaciones de la ETSI de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid, para que sin modificar el diseño, establecer soluciones de compartimentación en cada edificio, aplicando un sistema de control activo del humo.
ESTUDIO DEL RACE EN APARCAMIENTOS PÚBLICOS
Durante 2009, el Real Automóvil Club de España (RACE) auditó 32 aparcamientos públicos en siete localidades españolas, con el objeto de conocer el grado de seguridad que presentan en caso de emergencia y la calidad de las infraestructuras.
Una de las conclusiones extraídas del estudio, referente a seguridad y emergencias, es que aunque en este capítulo se va mejorando, el 37% de los aparcamientos no dispone de ningún plan de actuación de emergencias. Se destaca la labor realizada en los aparcamientos de Barcelona y Málaga, donde se realizan simulacros y cursos de formación periódica. La mayoría de las instalaciones disponen de equipamientos e infraestructuras preparadas para los incendios, a excepción de un aparcamiento en Ferrol, donde no disponían de ninguna boca de incendios en el interior del aparcamiento. Se analizaron, entre otras, la iluminación de emergencia, los intervalos de revisión en los extintores y en las Bie´s, donde en la práctica totalidad de los casos se cumplieron los plazos de revisión.

INCENDIOS EN GARAJES

Algunos ejemplos:

Diciembre 2009. Asturias. Garaje subterráneo de dos plantas de Las Vegas (Corvera- Asturias) calcinó tres vehículos, y obligó a desalojar a todos los vecinos del inmueble de seis plantas en el que se ubicaba.
Febrero 2010. Madrid. El incendio de un garaje subterráneo de varios edificios de viviendas, en Moratalaz, destruyó nueve vehículos y causó afecciones leves por humo a cuatro personas. Al aparcamiento, de unos 3.000 metros cuadrados y situado en los bajos de cuatro bloques de viviendas, acudieron 60 bomberos en 15 coches. La extinción del incendio resultó dificultosa debido al intenso humo que se formó, y al temor de explosiones en cascada al alcanzar las llamas depósitos de gasolina.
Mayo. Madrid. San Sebastián de los Reyes y Alcalá de Henares, dos coches calcinados en el primer caso, y evacuación de viviendas por el humo provocado en el segundo.
Junio 2010. Valladolid. cinco coches calcinados. La última planta del ‘parking’ subterráneo, con capacidad para 360 coches y tres sótanos, sufrió «daños de consideración» por el fuego. Los Bomberos trabajaron durante casi cinco horas para sofocarlo
Julio 2010. Asturias. Un incendio declarado en la zona del aparcamiento subterráneo obligó a desalojar por el humo el centro comercial El Atrio de Avilés.

BALANCE 2010 DE INCENDIOS EN VIVIENDAS: más de un centenar de fallecidos


2010 ha sido un año especialmente trágico al superar un siniestro balance: más de un centenar de personas fallecidas a causa de un incendio en la vivienda.
Según datos recogidos entre las compañías aseguradoras y los servicios de emergencias de las distintas comunidades autónomas, ha habido 103 muertes por incendio durante 2010 a causa de uno de los riesgos más temibles, el del incendio de la propia vivienda.
Sólo en la Comunidad Valenciana en los primeros 15 días de noviembre se atendieron 150 incendios en viviendas, un 25 % más que en 2009. Y datos del ayuntamiento de Bilbao, recogen un total de 233 incendios registrados, de los que el 64% se produjeron en viviendas particulares.
En el 45% de los casos los incendios se debieron a descuidos en la cocina, al dejar en el fuego sin atender sartenes o cacerolas al cocinar, la segunda causa (30%) fueron problemas derivados de instalaciones eléctricas defectuosas; y el 35% restante se produce por cigarros mal apagados, velas encendidas y estufas con llama que prenden telas o materiales inflamables, principalmente.
Los garajes, portales y lugares comunes de los edificios han incrementado el riesgo de incendio, debido a la suciedad acumulada (polvo, papeles, grasas), a la mala combustión de calderas, etc.

La falta de medios y medidas de protección y extinción de incendios en la mayor parte de los edificios de viviendas y hogares españoles es otro de los motivos argüidos por los expertos en el análisis anual sobre la alta tasa de siniestros con víctimas mortales.
ANCIANOS Y NIÑOS, LAS VÍCTIMAS HABITUALES
Cuando se produce un incendio en el hogar, ancianos y niños sueñen ser los más afectados. Algunos datos recogidos durante 2010 así lo certifican.
• 2 de enero, cuatro miembros de una familia, la madre y sus tres hijos fallecieron en un incendio declarado en un bloque de pisos en Barcelona.
• 12 de enero, un niño de 3 años muere a consecuencia en un incendio declarado en su vivienda en Aldaia (Valencia).
• 17 de enero, un joven de 15 años falleció en Ciutadella (Menorca) por el humo que inhaló en el transcurso del incendio de su domicilio.
• 1 de marzo, dos hermanos de 2 y 3 años fallecieron a causa del fuego que se declaró en un piso de Almendralejo (Badajoz).
• 5 de marzo, dos niños de 3 y 5 años mueren en un incendio en su casa en Zaragoza.
• 11 de marzo, muere una niña de 9 años, y su hermana de 8 años resultó herida muy grave, en su casa de Montealegre del Castillo (Albacete).
• 23 de marzo, muere una niña de 3 años. El resto de la familia –dos hermanos, padre y abuelo- resultan heridos graves a causa de quemaduras e inhalación de humo en Zaragoza.
• 25 de mayo, un hombre de 74 años y su hijo de 45 fallecieron en el incendio de un edificio de viviendas en la localidad vizcaína de Sestao.
• 15 de diciembre. Dos personas, de 53 y 79 años, mueren calcinadas en sendos incendios registrados en los distritos de Carabanchel y Tetuán (Madrid).
• 30 de diciembre, muere un anciano de 82 años a consecuencia de un incendio que se declaró en su casa en Adamuz (Córdoba).
SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS BÁSICA
La instalación de las medidas básicas de protección contra incendios en las viviendas es de vital importancia para evitar que un incendio se propague. Estas instalaciones comprenden la denominada Protección Pasiva, que consiste en instalar elementos constructivos y productos especiales dispuestos para evitar el inicio del fuego (ignifugación de los materiales), evitar que se propague (compartimentación, cerramientos, sellados y protección estructural) y facilitar la evacuación de las personas y una actuación segura de los equipos de extinción. Y la Protección Activa, que se compone de una serie de equipos y sistemas para detectar y extinguir un incendio, como el extintor, de uso fácil y muy eficaz en la primera fase o la BIE (Boca de incendio equipada); los sistemas automáticos, como los de detección: avisan inmediatamente que ha comenzado un fuego, lo cual permite adoptar medidas de intervención inmediatas y eficaces, y los rociadores automáticos, pueden sofocar el incendio con la acción directa del agua a través de los rociadores que son alimentados por tuberías. En ambos caos, la activación es automática.
En las instalaciones comunes de los edificios de viviendas, cada vez más comunidades de vecinos adoptan las medidas más elementales, como en el rellano de entrada a cada piso, la instalación de un extintor y una BIE 25 mm, equipo de gran utilidad en la primera fase de un incendio.
En otras zonas comunes del edificio, como son: sala de calderas, sala de máquinas, locales de contadores de electricidad, almacenes de combustible sólido para calefacción, aparcamiento de vehículos, cuarto de basuras, trasteros, se recomienda instalar los siguientes equipos:
Extintores. Sistemas de detección. Boca de incendio equipada. Columna seca. Hidrantes exteriores. Extinción automática polvo o gas. Divisiones resistentes al fuego de silicato para sectorizar las zonas de evacuación y de alto riesgo. Protección estructural que evite el colapso en la estructura en caso de incendio. Se puede hacer con pinturas intumescentes, morteros, placas de silicato, paneles. En caso de paso de instalación que atraviesen compartimentos, los huecos que generen deben ser sellados con resinas termoplásticas o morteros. Para el control de humos, se pueden instalar sistemas de extracción de humos y exutorios. Señalización de emergencia, especialmente para las vías de evacuación. Puerta cortafuego, es un elemento fundamental para compartimentar zonas de evacuación, como escaleras de emergencia, en los pasos a garajes y accesos al edificio.
Cada equipo debe cumplir igualmente las normas de producto e instalación, la certificación pertinente: tanto la empresa (instaladora y mantenedora) como el producto (marcado CE). Además para que el equipo conserve sus cualidades hay que realizar las operaciones de mantenimiento y revisión periódica que marca la normativa. Esta es la única manera que tiene el usuario para estar seguro de una protección contra incendios eficaz y a punto.
PRINCIPALES CONSEJOS EN CASO DE UN FUEGO DOMÉSTICO
El agua puede empeorar un incendio, por ejemplo en el caso de uno producido por una sartén con aceite, que nunca se debe apagar con agua sino tapando la sartén con una tapa de mayor volumen que sofoque la llama o con un extintor, siempre dirigiendo la manguera a la base de la llama. Lo más indicado, en caso de que el fuego se haya descontrolado es dejar todo como está, cerrar la puerta donde se ha iniciado el fuego, para que tarde en pasar a otras habitaciones y avisar a los bomberos.
Cuando ya se ha declarado un incendio en un piso colindante, lo aconsejable es cerrar las puertas y quedarse en una habitación tapando con toallas húmedas los resquicios para que no entre el humo mientras se espera a los bomberos.
Finalmente, recomendar una instalación básica de seguridad contra los incendios. Así como, existe una renovada actualización de los equipamientos audiovisual, informático, de telefonía móvil, climatización, etc. los ciudadanos deben saber que existen tecnologías aplicadas a la seguridad contra incendios muy evolucionadas. Gracias a la continua investigación, tecnologías que antes solo podían permitirse las grandes corporaciones ahora tienen unos precios asequibles para cualquier ciudadano medio. Los expertos aconsejan una pequeña inversión para la protección contra incendios como un elemento más en el hogar que reportará tranquilidad, seguridad y, en definitiva, calidad de vida.