viernes, 3 de junio de 2011

VIDA ÚTIL DE LOS EQUIPOS DE SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS


La actualidad ha puesto de relieve recientemente, la necesidad de una normativa que fije la vida útil de las centrales nucleares, dadas las especiales medidas de seguridad y control que este tipo de instalaciones requieren. En el caso de la seguridad contra incendios, no está de más recordar a profesionales y usuarios que muchos de los sistemas y equipos de seguridad contra incendios también “caducan”, y fijar una vida útil es muy recomendable para la garantía de la eficacia de funcionamiento.
Así, aumenta el número de expertos que recomiendan una normativa que fije la fecha de caducidad también en los equipos de PCI, dado que de su buen funcionamiento depende la seguridad de las personas, los bienes y el medio ambiente.
Los sistemas de PCI no son como otros equipos, cuyo funcionamiento está a la vista en todo momento, como la climatización, electricidad, etc. Así, al tratarse de instalaciones que casi siempre están sin actuar, puede ocurrir que no avisen de algún problema. Por otra parte, si en el momento de tener que actuar, el sistema no está listo, no hay opción de realizar correcciones para hacerlo funcionar. Además, los sistemas de PCI, si se ponen en marcha, trabajan en condiciones difíciles, tales como altas presiones, disparos súbitos, temperatura elevada, posibilidad de explosiones, etc.
Por todo ello, los sistemas de protección contra incendios deben ser fiables al cien por cien. El diseño, la instalación y el mantenimiento deben ser realizados por empresas profesionalmente cualificadas y autorizadas por los organismos pertinentes.
Para verificar que los sistemas de PCI han pasado por las fases de desarrollo, desde el diseño hasta la puesta en marcha y explotación, hay que realizar controles periódicos.
En la fase de diseño, debe ser controlada exhaustivamente la correcta aplicación de las normas y reglas de diseño. Respecto a la instalación y la puesta en marcha, la Inspección y el Control son primordiales, ya que un diseño impecable puede ser inutilizado completamente por un montaje defectuoso, sin soportes adecuados, con materiales de baja calidad, etc. Así mismo, las pruebas de presión, funcionamiento, etc. deben ser realizadas correctamente para garantizar los sistemas.
Una vez puesta en marcha y en funcionamiento, la instalación y el mantenimiento deben pasar controles. Según la reglamentación vigente, la empresa mantenedora no debe limitarse a recargar los extintores o a realizar las rutinas de mantenimiento exigibles hacia el resto de sistemas. También es responsable de elaborar un informe de resultados en el que se señale en general cualquier anomalía: ya sea por de roturas, por motivos de mala instalación, por la falta de adecuación del sistema al riesgo existente, o porque el sistema hay cumplido con su periodo de vida útil.
Los grandes fabricantes mundiales de sistemas de PCI, a través de las estadísticas obtenidas de los históricos de muchos años, establecen la vida útil de cada sistema, por lo que conviene consultar con el fabricante (o en su caso instalador o mantenedor) la fecha de caducidad. Tras este periodo deberían sustituirse todos los sistemas contra incendio de la instalación por equipos nuevos y, así, estar seguros de que se dispone, nuevamente, de un sistema operativo al cien por cien.
Desde TECNIFUEGO-AESPI, creemos que una mayor inspección y control de los equipos de PCI, que atienda a la vida útil de los mismos, llevará a una mejora de la calidad, eficacia y fiabilidad de los mismos, y por tanto a una mayor seguridad de las personas y los bienes.
(www.tecnifuego-aespi.org)

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