lunes, 6 de junio de 2011

EXPERTOS ALERTAN SOBRE EL AUMENTO DEL RIESGO DE INCENDIO SOBRE URBANIZACIONES CERCANAS A BOSQUES


Los incendios forestales han arrasado cerca de 22.000 hectáreas entre el 1 de enero al 30 de mayo de 2011, casi 2.000 hectáreas más que en el mismo periodo de 2010, aunque representan un 15 por ciento menos de hectáreas que la media del decenio (23.827), según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). Ante los primeros incendios de la temporada, como ha sido el de Ibiza, donde han ardido 1.500 hectáreas, 10 viviendas y ha sido necesario el desalojo de personas en urbanizaciones, hoteles, etc., los expertos en tecnologías para la prevención y extinción de incendios forestales del Comité Sectorial de Defensa contra Incendios Forestales de TECNIFUEGO-AESPI, Patronal del sector de seguridad contra incendios, alertan sobre los riesgos extremos de la temporada: tras las intensas lluvias, que han contribuido a una exuberante vegetación en todo el territorio peninsular, se espera un verano muy seco y caluroso. A ello se añade la proliferación en los últimos años de urbanizaciones y estancias de turismo rural y de aventura, cercanas al monte, con el consiguiente aumento del riesgo de incendio para la población.
Estas circunstancias estacionales, producen cada año en España miles de incendios quemando cientos de miles hectáreas, produciendo gravísimos impactos sociales y ambientales, pérdidas de vidas y bienes que ascienden a miles de millones de euros al año. Los incendios forestales representan además una amenaza para las urbanizaciones cercanas, que en los últimos años han crecido en toda la geografía española.
¿Qué ocurre cuando a pesar de todas las medidas de prevención los incendios se desarrollan? Localizado un foco, no pudiéndose controlar en su inicio, comienzan los trabajos de extinción y la conclusión final es idéntica. La escasez, falta y lejanía del agua para la extinción son carencias que se nos presentan cada temporada veraniega, y que retan a la sociedad a demandar de los responsables de las instituciones, a quienes corresponde la toma de decisiones, que activen las medidas de protección adecuadas y promulguen normativas que aporten soluciones.
DEFENSA CONTRA INCENDIOS CERCA DE LOS MONTES
Como hemos visto recientemente, los incendios forestales afectan en muchos casos a urbanizaciones lindantes a zonas boscosas, lo que exige extremar las medidas de prevención y extinción contra incendios en estas áreas.
Desde TECNIFUEGO-AESPI se recomiendan unas cuantas medidas elementales de prevención en zonas cercanas a montes, como son: vigilancia permanente, limpieza de ramas, separación de toda zona urbanizada del monte (al menos 25 m); que la urbanización tenga dos vías de acceso y evacuación alternativas de 5 m de anchura, cada una; acondicionar las urbanizaciones y dotarlas de sistemas de protección y extinción de incendios, como extintores, bocas de incendio equipadas, hidrantes (aparato hidráulico que conectado a una red de agua surte de caudal a los bomberos), mangueras para uso profesional y servicio duro, retardantes y aditivos para mezclar con el agua y multiplicar su eficacia tanto en extinción como en prevención, ignifugación de los materiales, como en el caso de las fachadas de madera, vallados, …; videovigilancia a través de cámaras de infrarrojos conectadas a centrales de alarma; etc…
SOLUCIONES
Redes de hidrantes:
Posiblemente el problema más importante en un incendio forestal, es la disponibilidad de agua en la zona del incendio, para que los medios de extinción puedan recargar sus equipos. Por ello, se recomienda la instalación de redes de hidrantes, en las urbanizaciones y zonas habitadas colindantes con masas forestales, para que en caso de incendio, los bomberos y equipos de intervención puedan recargar sus vehículos, y proteger más adecuadamente estas zonas de alto riesgo.
En países como Francia, Suecia o Alemania se observa la instalación de hidrantes en zonas rurales, de montaña o agrícolas, en tal dimensión que se hace habitual verlos fundiéndose con el paisaje.
Hoy en día las redes de hidrantes en áreas forestales son posibles gracias a productos innovadores que facilitan este tipo de instalación, como los sistemas de tuberías en polímeros reforzados especialmente diseñados para su aplicación en redes contra incendios para zonas forestales y urbanas. Además, actualmente se están estudiando nuevas líneas de desarrollo que incluyan el suministro de retardante de largo plazo de baja corrosión así como de corto plazo (espumógenos y aditivos para el agua ) que favorecen la extinción y refrigeración de las zonas afectadas, en la línea de hidrantes, pudiéndose establecer tratamientos preventivos y multiplicar la eficacia de estas redes.
Estas tuberías están diseñadas para ser instaladas directamente en suelos pedregosos utilizando como relleno el propio terreno, evitando así la costosa retirada de material y el transporte del nuevo relleno, lo que la hace especialmente indicada para su instalación en zonas forestales.
TÉCNICAS DE SIMULACIÓN
Existe un amplio desarrollo en el área de la investigación de incendios forestales, en zonas localizadas, mediante la herramienta de la Simulación de Incendios, mediante FDS. De esta forma, se pueden utilizar las técnicas y herramientas de simulación de incendios más avanzadas, para investigar incendios producidos, analizar y/o verificar riesgos de zonas concretas, incluso estudiar la efectividad de los medios de protección en caso de incendio forestal.
Nuevos vehículos contra incendios:
Camiones de última generación con categoría G (todo terreno), que permiten a los cuerpos de bomberos llegar y trasportar sus equipos y reservas de agua por zonas de difícil acceso.
Estos vehículos están equipados entre otros elementos, con potentes bombas capaces de alcanzar presiones de agua de hasta 25 bar en media presión y 40 bar en alta presión, mangueras de incendios de alta presión para uso profesional y servicio duro, de elevada resistencia a las duras condiciones de este tipo de incendios, y lanzas de caudal regulable, con posibilidad de bajos caudales, monitores telemandos desde interior de cabina para el ahorro de agua, etc.
Actualmente, se pueden encontrar en los operativos de extinción de las comunidades autónomas camiones polivalentes que puedan aumentar su eficacia aplicando agua con aditivos o retardantes, que dependiendo de las condiciones del incendio, reducen el tiempo de extinción y que protegen ante la reignición, de forma que se disminuye, de manera muy importante, el consumo de agua y por tanto se aumenta el tiempo de autonomía frente al fuego de las brigadas de intervención.
Agua reutilizada:
Otra alternativa investigada por los fabricantes dedicados a la seguridad contra incendios es la alimentación de los equipos (hidrantes y BIEs) con agua reutilizada. Así, la reserva disponible para extinción de incendios será menos dependiente de los otros consumos circunstanciales, y la información sobre los conductos o caminos por los que llega el agua a los hidrantes será más útil para la estrategia de lucha contra el fuego.
Entre otras ventajas, se señala además que con el uso de agua reutilizada, la presión del agua incluso podría llegar a ser regulada o modulada al efecto, al no suponer apenas perjuicio para otros consumos y servicios. La reserva de agua puede ser dimensionada con más garantías y conocimiento de las prestaciones posibles tanto para los hidrantes accionados por la primera dotación que acuda a un incendio, como para los puntos en que demanden agua las dotaciones que acudan en refuerzo de la inicial.
Nuevos retardantes/aditivos para evitar la propagación.
Se entiende por RETARDANTES, todos aquellos productos aditivos que mediante mecanismos químico-físicos, pueden retardar el avance del fuego y si su intensidad lo permite, incluso llegar a pararlo. Se han realizado avances en el sector del CORTO PLAZO con la optimización de espumógenos y aditivos para agua, etc., que optimizan la capacidad enfriadora de la misma , consiguiendo unos tiempos de extinción muy notables, dificultando la reignición y el avance del incendio en las áreas tratadas durante un corto período de tiempo Al mismo tiempo son biodegradables, no corrosivos y cumplen con la directiva europea 2006/122, libre de PFOS´S Por su gran capacidad para vaporizar, disminuyen rápidamente los humos tóxicos generados en el incendio y refrigeran el área de actuación de las brigadas de a pié. Permiten la protección de amplías áreas, ayudando a confinar el fuego en su perímetro y dificultando su penetración en ellas, lo que puede ser de gran ayuda en las labores de evacuación y reorganización.
Las nuevas líneas de investigación han conseguido que, con porcentaje desde el 0,1% al 1%, se reduzca la tensión superficial del agua, facilitando su penetrabilidad y también mejorando su capacidad de enfriamiento. Al mismo tiempo producen un efecto de sellado que puede sofocar s el foco de incendio.
Se pueden aplicar con medios manuales, terrestres y aéreos, sin necesidad de cambiar de producto, sólo el elemento de aplicación. La realización de cortafuegos es otra posibilidad, así como la creación de escudos de refrigeración y protección a las brigadas de intervención.
Recordamos que su diferencia con los de LARGO PLAZO se basa en que el mecanismo de ignifugación de estos últimos consiste en la modificación del proceso de combustión de la vegetación, alterando el proceso de pirolisis, dando lugar a una carbonización del material combustible, en lugar de originar gases inflamables y actuando aunque el agua se haya evaporado.
Desarrollo de retardantes/aditivos de largo plazo terrestre
Para poder hacer viable este proyecto, y poder aplicar el retardante por medios terrestres sin tener problemas de corrosión, se ha desarrollado un retardante basado en la misma composición química del utilizado por medios aéreos, típicamente el polifosfato amónico, pero con un nuevo inhibidor de corrosión, que se muestra muy poco corrosivo para las aleaciones metálicas que se utilizan en los medios terrestres, como galvanizados, aluminio y bronces.
También, se han desarrollado los aditivos necesarios, como el pigmento y los viscosantes, que han posibilitado los retardantes/aditivos idóneos para su uso por medios terrestres, potenciando sus efectos en los tratamientos de la vegetación y causando un menor impacto ambiental.
La aplicación de retardantes/aditivos de largo plazo sobre combustibles, mediante medios terrestres (autobombas y cisternas), ha supuesto una nueva técnica: la creación de cortafuegos químicos con el objeto de facilitar el control del incendio, mediante la disminución de la energía/longitud de llama
Investigación y desarrollo del vehículo aplicador
Al mismo tiempo que el producto, se diseñó un vehículo especifico de aplicación de retardante/aditivo, partiendo de un chasis de batalla corta, al que se adaptaron distintos elementos con el objeto de potenciar la eficacia de los tratamientos y su operatividad. Estos elementos aportan grandes ventajas, entre ellas, una mayor autonomía de trabajo, por las aplicaciones que se realizan desde el cañón-turbina o los rociadores delanteros, una mayor autonomía de aplicación, al poder realizar tratamientos de hasta 4.000 m2 de superficie, seguridad en los trabajos de extinción, gracias a las propiedades ignífugas que dota el retardante/aditivo, que permiten atacar un incendio mediante el Método Indirecto.
Situaciones en las que está recomendado el uso de retardante de largo plazo terrestre
Incendios que amenazan viviendas, naves industriales, instalaciones y otros bienes que se encuentren en el interfaz urbano-monte
Incendios de gran energía: Un incendio forestal con longitud de llama de entre 10 y 20 metros, impide la permanencia de los medios terrestres a una distancia del frente de llamas inferior a 40/50 metros. El alcance de los autobombas en punta de lanza, queda entre 15 y 20 metros, por lo que con agua resultan inoperativos. No pasa lo mismo si se realiza un cortafuego químico a distancia del frente de llamas acorde con su velocidad de propagación, al llegar el fuego a la faja tratada disminuirá la velocidad de propagación y sobre todo, la intensidad. La longitud de llama bajará y se podrán emplear medios manuales o el autobomba con agua sola.
Apoyo a cortafuegos: Si la línea de fuego se apoya en un cortafuego químico, se tiene la seguridad, incluso en situaciones adversas, de que el fuego provocado no pase a la vegetación que pretendemos proteger.
Quemas controladas: El último informe realizado, que recoge la experiencia de una quema controlada en el Polígono de Maniobras de San Gregorio (Zaragoza), en la que el tratamiento del combustible se realizó por las propias autobombas de la UME, arroja los siguientes datos y conclusiones: “No existe medio más rápido para establecer una Línea de Defensa, que el tratamiento del combustible con retardante”.
La información recogida hasta ahora tanto del comportamiento del producto retardante/aditivo, como de sus ventajas en la aplicación, recomienda y justifica el uso de este tipo de productos, tanto en medios terrestres como por medios aéreos.
Como se deduce del presente documento, el desarrollo de nuevas herramientas y medios, diseñados específicamente para la prevención y extinción de incendios forestales, actualmente se encuentra en un nivel avanzado. La I+D de la industria española en la materia contribuye con sus investigaciones y desarrollos a que las administraciones públicas competentes dispongan de las medidas adecuadas para la conservación y protección de los bosques, sus ecosistemas y toda la riqueza natural.
Para más información: www.tecnifuego-aespi.org

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